Olympia DUBISCHAR, fotógrafa profesional
«… Pongo todas mis habilidades al servicio de nuestros clientes con el mismo entusiasmo que anima mis dos pasiones: la fotografía y los viajes…»
Olympia nació en Andorra, de padres argentinos y vivió en París, Francia, hasta el 2015.
Su padre también trabajó como fotógrafo en Buenos Aires, y le regaló su primera cámara para sus 15 años. Desde entonces, no dejó de fotografiar «para preservar el recuerdo de los momentos que la inspiran».
Estudió literatura, idiomas y marketing, y pasó 17 años ocupando varios puestos en el grupo audiovisual francés Canal + ; desde la logística de programas de televisión hasta su adquisición, pasando por la venta de espacios publicitarios y productos derivados.
Impulsada por sus dos pasiones, los viajes y la fotografía, en el 2011 emprende una vuelta al mundo de 8 meses sola con su mochila y su cámara de fotos. Recorre una parte de América del Sur y Asia del sur-este, compartiendo a lo largo de su viaje sus emociones y sus fotos a través de su blog OlympiaOnBoard. A su vuelta, inicia una serie de exposiciones muy exitosas de sus fotos de viaje en varios lugares de París.
Es en el 2015 que decide dar el paso e instalarse en el lugar de sus sueños: el pequeño pueblo de pescadores de Las Galeras, en la península de Samaná.
Entrenada en fotografía de playa y en pausas fotogénicas por Photoventura, hoy en día pone sus ojos, su creatividad, su sentido de la estética y del detalle al servicio de sus modelos para que reflejen un momento de alegría inolvidable .
Olympia habla francés, español e Inglés corrientemente.
Un pequeño cuento sobre el costo de la fotografía profesional
Un día, un cliente me preguntó cuanto costaba hacerle una sola foto.
Le dije que en 3 000 pesos.
Me contestó: «¿Por una foto? ¡Es demasiado!”
– «¿Cuánto creía que te costaría? » le pregunté
– «A lo mucho 500 pesos o menos, es un trabajo rápido.» me contestó
– «Por 500 pesos, te invito a que la hagas tu mismo«, le dije
– “Es que yo no sé”, me confesó
– «Por 1 000 pesos te enseño, así además de ahorrarte 3 000 pesos, ya sabrás que hacer para la próxima vez que quieras.» le dije
Le pareció bien y aceptó.
A continuación le indiqué lo que necesitaría para comenzar:
– «Necesitas herramientas: una cámara de alta gama, lente 50mm, 24-70mm o 70-200mm, una computadora, memoria SD, un ciclorama de color neutro, unas texturas digitales, programa de edición de fotos como Lightroom y Photoshop, un flash profesional, un trípode, une rebotador, etc…»
_ “Pero yo no tengo todos esos elementos y no voy a comprar todo eso por un solo trabajo”
– «Bueno por 1 000 pesos más te rento mis cosas, para que puedas hacerlo» le dije
– «Ok» me dice ya no tan convencido.
– «Listo! El viernes te espero para comenzar a hacerlo», le comenté
– «Yo el viernes no puedo, hoy sí tengo tiempo
– «Pero hoy yo no tengo tiempo para enseñarte y prestarte mis cosas. Te espero mañana a las 9 am para realizar la fotografia» le contesté
_ “¿Sabes? Es muy temprano. Mejor te doy los 3 000 pesos. Ya hice mis cuentas y va a salirme más caro”, me dijo.
En fotografía, no se cobra «sólo por apretar un botón».
Se cobra por:
• Conocimiento
• Experiencia
• Tiempo
• Estudio
• Fama
• Herramientas
• Servicios
• Responsabilidad
• Arreglo y mantenimiento del material
• Transporte…
Todas estas capacidades constituyen el profesionalismo.
Nadie puede denigrar el trabajo de nadie poniendo el precio que le parece, ni menos preciando su labor.